Historia de la fluoxetina

Historia

En 1986, fue lanzada en Estados Unidos como nuevo tratamiento para el trastorno depresivo mayor. Fue el primer agente de esta clase de antidepresivos (ISRS). Desde entonces, se fueron agregando en esa lista drogas como sertralina, fluvoxamina, citalopram, escitalopram y paroxetina, e hicieron su aparición nuevas familias de antidepresivos, como los dúales, cuyo ejemplo más representativo es la venlafaxina, pero incluye también agentes como la duloxetina o el minalcipram. No obstante, la fluoxetina sigue siendo aún hoy uno de los agentes antidepresivos más utilizados.

Un nuevo perfil farmacológico

La fluoxetina se caracteriza, respecto de los otros compuestos de la misma familia, por ser el que posee efectos más activantes. Estudios recientes señalan que la fluoxetina, a diferencia de los otros ISRS, aumenta los niveles de dopamina y noradrenalina en la corteza prefrontal.[1] Esto se asocia con efectos positivos sobre la cognición y las funciones ejecutivas y explicaría su particular eficacia en el tratamiento de la depresión comórbida en pacientes con ADHD.
La síntesis de la fluoxetina es considerada por muchos como un hito en la psicofarmacología moderna, puesto que se trató de la primera molécula antidepresiva con un perfil de seguridad favorable y efectos colaterales bien tolerados, lo que permitió que alcanzara una popularidad sin precedentes. La acción serotoninérgica de la fluoxetina es selectiva y no se vincula con reacciones adversas de tipo sedante y cardiovascular, típicamente observadas en los agentes antidepresivos conocidos hasta entonces, especialmente los tricíclicos. Las
reacciones adversas más frecuentes son boca seca, pérdida de peso, ansiedad, nerviosismo e insomnio.
Recientemente, sin embargo, y a raíz de los escándalos de suicidios en pacientes adolescentes, la fluoxetina y diversos derivados (ISRS's) están en el punto de mira. En primer lugar, debido a estudios en los cuales no se refiere una mejoría estadísticamente significativa por encima del grupo placebo, y en segundo lugar por una práctica fraudulenta por parte de la empresa farmacéutica dedicada a su elaboración. Sin lugar a dudas, igualmente la influencia de la recidiva en la depresión (aproximadamente entre los 6-12 meses postratamiento con fluoxetina se producen recaídas) nos indica que la fluoxetina no representa esa solución "mágica" que tanto se estaba intentando demostrar. Por esta cuestión, diversos psicólogos y psiquiatras han planteado investigaciones con mayor rigor científico que demuestran, en mayor o menor grado, que la fluoxetina no es en absoluto eficaz, si bien dichos estudios también se encuentran contrapuestos por otros autores.

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